Año: 1999
Duración: 95 min.
País: Francia
Director: Bertrand Tavernier
Sinopsis: En un pequeño pueblo del norte de Francia, el 30% de los 7.000 habitantes está en paro a causa de la crisis de la minería; Daniel, de 40 años, es el director y profesor de la escuela infantil que sin eludir sus propios problemas personales, asume que pertenece a una larga cadena de hombres y mujeres que han luchado durante siglos por sobrevivir en esa lejana y dura región minera. Y decide que no puede hacer otra cosa que seguir esa lucha. Un día, la madre de una de las alumnas llega borracha a la escuela, sufre un colapso y deja allí a su bebe y a su hija de cinco años. El profesor decide tomar cartas en el asunto, y solicita la ayuda de la comunidad y de los padres de sus alumnos. Su trabajo como docente será cuestionado. Refleja toda la problemática de una pequeña comunidad industrial: paro, alcoholismo, desestructuración familiar, abusos... y sobretodo la falta de esperanza en el futuro que aflora de cada uno de estos problemas. De este modo la escuela se convierte en una isla de color donde los niños pueden escapar de la cruda realidad que les envuelve.
El director nos ofrece una película cuyo tema, de carácter social, nos muestra la realidad de la educación en un pueblo de Francia y nos introduce en la lucha de Daniel, director del centro infantil, por sacar adelante a todos sus alumnos y alumnas a pesar de los inconvenientes.
Daniel no sólo se enfrenta a la dificultad de dirigir un centro público con falta de recursos, sino que también soporta la indiferencia de las autoridades políticas, las cuales ignoran sus peticiones, no se interesan por las necesidades educativas y por supuesto tampoco garantizan a las familias la satisfacción de sus necesidades básicas.
La falta de recursos de los servicios sociales, el desinterés político y la precaria situación de las familias, tanto económica como social, convierten al colegio en el proveedor de soluciones.
En este difícil contexto, tanto el director como las demás maestras, realizan la labor diaria y constante de educar a sus alumnos y alumnas, ofreciéndoles un espacio estimulante, en donde desarrollar sus capacidades. La pedagogía y la creatividad del equipo docente ayuda a motivar a niños y niñas con graves problemas familiares, como la violencia física y moral, la falta de una alimentación adecuada, el frío, el abandono, etc. Todos estos problemas se traducen en indisciplina y falta de motivación, problemas comunes a niños con familias desestructuradas y con recursos deficitarios.
La película nos emociona con la sensibilidad de un excelente maestro que busca el bienestar de sus alumnos a pesar de todo, que lucha tanto por su salud física como por su bienestar personal y social.
Poco a poco y problema tras problema, la desilusión y la impotencia de una lucha contracorriente van desgastando a Daniel, quien parece estar casi derrotado. Finalmente y gracias al apoyo de su familia, del equipo docente y de las familias de los niños y niñas, se realiza, de forma colectiva y participativa, una fiesta de fin de curso llena de color que parece devolver la ilusión a los ojos de Daniel.
Me parece inconcebible que la vida de los niños y las niñas, así como la de sus familias, estén a merced de políticos corruptos que deciden cómo gastar los recursos que genera toda la población. La irresponsabilidad y la avaricia de unos pocos pero apoyada por un sistema económico como el capitalista, resultan nocivas para las clases sociales más desfavorecidas que son las que soportan las decisiones económicas sin ningún fin social.
Por suerte, existen personas como Daniel, capaces de reinventar la educación para ajustarla a su único y verdadero fin que es acompañar las experiencias y ayudar a reflexionar sobre este mundo lleno de injusticias sociales que siempre soportan los mismos.
Civilización y tragedia
Hace 3 años
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